He recibido la sarta de monedas pato azul1 que usted me envió. Los estudiosos budistas de esta época concuerdan en el siguiente punto: ya sea en vida del Buda o después de su muerte, los que deseen practicar el Sutra del loto deberán consagrarse a los tres tipos de conocimiento. Si descuidan alguno de ellos, no podrán entrar en el Camino del Buda.
Tiempo atrás, yo también adherí a esta opinión. Sin considerar aquí las enseñanzas sagradas del Buda en su conjunto, examinemos la cuestión desde el punto de vista del Sutra del loto. Aquí, también, podemos hacer a un lado las enseñanzas incluidas en las partes que constituyen la preparación y la revelación.2 Esto nos lleva a la parte de la transmisión, que por ser un claro espejo del Último Día de la Ley, es lo que más debemos tener en cuenta [para establecer este asunto].
La transmisión consta de dos partes. La primera es la de la enseñanza teórica, y se compone de cinco capítulos, contados a partir de «Maestro de la Ley». La segunda es la de la enseñanza esencial, que comienza en la última parte del capítulo «Distinciones de beneficios» y prosigue a lo largo de los once capítulos que forman el resto del sutra. Los cinco capítulos de la enseñanza teórica y los once capítulos y medio de la enseñanza esencial se combinan para formar dieciséis capítulos y medio, y en ellos se explica claramente cómo debería practicarse el Sutra del loto en el Último Día de la Ley. Si esto no resultara lo bastante convincente, las dudas se despejarán por completo examinando más aún el tema desde el punto de vista del Sutra Sabio Universal y del Sutra del nirvana.3
Dentro de estos capítulos que constituyen la transmisión, los cuatro niveles de la fe y los cinco niveles de la práctica expuestos en el capítulo «Distinciones de beneficios» se refieren a lo más importante en la práctica del Sutra del loto, y son un parámetro para todos aquellos que han vivido en la época del Buda y después de su muerte.
Ching-hsi4 escribe: «“Producir aunque sea un solo instante de creencia y de comprensión” representa el comienzo de la práctica de la enseñanza esencial».5 De estos diversos estadios, los cuatro niveles de la fe se aplican a aquellos que vivieron en la época del Buda, y los cinco niveles de la práctica, a aquellos que viven después de su muerte. De todos ellos, el primero de los cuatro niveles de la fe es el de generar aunque sea un solo momento de creencia y de comprensión, y el primero de los cinco niveles de la práctica es el de los que se regocijan al escuchar el Sutra del loto. Estos dos niveles, juntos, son el arca de los cien estados y mil factores, y de los tres mil aspectos contenidos en cada instante vital; son el pórtico por el 824cual aparecen todos los budas de las diez direcciones y de las tres existencias.
Los dos sabios y venerables maestros llamados T’ien-t’ai y Miao-lo establecieron estos dos niveles iniciales de la fe y de la práctica, y propusieron tres interpretaciones referidas a ellos. Una los equipara al nivel de la semejanza con la iluminación, a los diez niveles de la fe y al nivel de los reyes que hacen girar la rueda de hierro.6 La segunda los equipara con el primero de los cinco niveles de la práctica, asimilables al nivel de la percepción y la acción, en donde uno todavía no ha erradicado las ilusiones del pensamiento y del deseo. La tercera interpretación los equipara con el nivel en que se escucha el nombre y las palabras de la verdad.
Con el fin de conciliar estas diferentes interpretaciones, en Gran concentración e introspección se explica: «Las intenciones del Buda son difíciles de establecer. Él explicó las cosas de modos diversos, según las distintas capacidades de aquellos que lo escuchaban. Si entendemos este punto, ¿cuál es la necesidad de crear disputas polémicas?».
Mi opinión es que, de las tres interpretaciones, la que mejor concuerda con el texto del Sutra del loto es la que se refiere al nivel en que se escucha el nombre y las palabras de la verdad. Pues el sutra, al describir el primero de los cinco niveles de la práctica aplicables a la época posterior a la muerte del Buda, habla de los que «[escuchan este sutra y] no lo difaman ni hablan mal de él, sino que se regocijan profundamente».7 Si uno equipara el nivel aquí descrito con un estadio tan avanzado como el nivel de la semejanza con la iluminación, dentro de los cinco niveles de la práctica, en tal caso las palabras «no lo difaman ni hablan mal de él» resultan harto inapropiadas.
En particular, las frases del capítulo «Duración de la vida» que hablan de los que «han perdido su sano juicio» y de los que «no han perdido el sano juicio» se refieren, en ambos casos, al nivel en que se escucha el nombre y las palabras de la verdad.8 El Sutra del nirvana afirma: «Ya sea que tengan fe o que carezcan de ella...» y «Si hay seres vivos que, en presencia de budas numerosos como los granos de arena del río Hiranyavati, han concebido el deseo de la iluminación, cuando renazcan en una época malvada como esta, podrán aceptar y practicar un sutra como este y jamás actuarán contra él».9 Uno también debería tener en cuenta estos pasajes.
Además, en la frase de cuatro ideogramas «un solo momento de creencia y de comprensión», la palabra «creencia» se aplica al primero de los cuatro niveles de la fe, y la palabra «comprensión», a los siguientes. En tal caso, la fe sin comprensión se aplicaría al primero de los cuatro niveles de la fe. El sutra describe el segundo nivel de la fe como el nivel «en que se comprende de modo general la importancia de las palabras»10 del sutra. Y en el volumen nueve de Comentario sobre «Palabras y frases del “Sutra del loto”», leemos: «El nivel inicial de la fe es diferente de los otros, porque en el nivel inicial todavía no hay comprensión».
Luego, llegamos al capítulo siguiente, «Los beneficios de responder con alegría», donde se reitera y se esclarece el nivel inicial de los que se regocijan al escuchar el Sutra del loto, desde el punto de vista de cincuenta personas que, en orden sucesivo, van escuchando el Sutra del loto y van sintiendo alegría, de tal manera que el mérito así obtenido va decreciendo en cada persona de la sucesión. Con respecto al nivel logrado por la quincuagésima persona, hay dos interpretaciones. La primera afirma que la quincuagésima persona se encuentra en el nivel de los que se regocijan al escuchar el Sutra del loto.11 De acuerdo con la segunda interpretación, no puede decirse que la 825quincuagésima persona haya entrado en dicho nivel, sino que todavía se encuentra en el nivel en que se escucha el nombre y las palabras de la verdad. A esto se refiere un comentario cuando dice: «Cuanto más verdadera es la enseñanza, más bajo es el nivel [de aquellos a quienes puede guiar a la iluminación]».12 Así, por ejemplo, la enseñanza perfecta puede salvar a personas de menor capacidad que las que son salvadas por las doctrinas de los cuatro sabores y las tres enseñanzas. De manera similar, el Sutra del loto puede salvar a personas de capacidad inferior a la que poseen quienes son salvados por la enseñanza perfecta, anterior a dicho sutra. Y la enseñanza esencial del Sutra del loto puede salvar a más personas que la enseñanza teórica: es decir, a individuos de capacidad nula. Uno debería ponderar atentamente la frase de seis ideogramas que afirma: «cuanto más verdadera es la enseñanza, más bajo es el nivel».
Pregunta: En el Último Día de la Ley, ¿es necesario que los principiantes en la práctica del Sutra del loto se consagren a los tres tipos de conocimiento relacionados con la enseñanza perfecta?
Respuesta: Esta es una pregunta importante, de modo que consultaré el texto del sutra para responderle. Cuando el Buda describe los niveles primero, segundo y tercero de los cinco niveles de la práctica, dice que las personas en dichos estadios no pueden practicar los preceptos y la meditación, y pone todo el énfasis en un solo factor: la sabiduría. Y como nuestra sabiduría es inadecuada, nos enseña a reemplazarla por la fe, de modo que la palabra «fe» constituye por sí sola los fundamentos.
La falta de fe es la causa por la cual uno llega a ser un icchantika y a actuar contra la Ley, mientras que la fe es la causa de la sabiduría y corresponde al nivel en que se escucha el nombre y las palabras de la verdad.
T’ien-t’ai expresa: «Cuando las personas han llegado al nivel de la semejanza con la iluminación y renacen en otra existencia, los beneficios acumulados no caen en el olvido. Pero los beneficios de las personas en el nivel en que se escucha el nombre y las palabras de la verdad, o en el nivel de la percepción y la acción, son olvidados al renacer en existencias siguientes, aun cuando entre ellas haya algunas personas que no los olviden. Aun en el caso de aquellos que olvidan tales beneficios, las raíces de bien que han plantado en existencias anteriores revivirán al establecer contacto con un buen amigo. Pero si encuentran un mal amigo, perderán su verdadero corazón».13
Esto, probablemente, sea lo que sucedió a los dos hombres eminentes de la época media, los grandes maestros Jikaku y Chisho, de la escuela Tendai. Volvieron las espaldas a las enseñanzas de T’ien-t’ai y de Dengyo, que habían actuado como buenos amigos en su vida, y en cambio juraron lealtad a Shan-wu-wei, Pu-k’ung y otros, que fueron malos amigos. Y muchos de los estudiosos de la última época se han dejado engañar por la introducción de Elementos esenciales del renacimiento en la Tierra Pura, obra de Eshin, y como resultado perdieron el verdadero corazón de la fe en el Sutra del loto; en cambio, se comprometieron con las enseñanzas provisionales referidas a Amida. Son personas que abandonaron una gran doctrina para escoger doctrinas inferiores. Si juzgamos por los ejemplos del pasado, lo más probable será que deban sufrir durante incontables kalpas en los tres malos caminos. A individuos como estos se refirió T’ien-t’ai cuando dijo: «Si encuentran un mal amigo, perderán su verdadero corazón».
Pregunta: ¿Qué prueba puede ofrecer en defensa de su posición?
Respuesta: En el volumen seis de Gran concentración e introspección se indica: 826«Las personas salvadas por las enseñanzas anteriores al Sutra del loto son aquellas que han alcanzado un alto nivel en su práctica. Y la razón es que tales enseñanzas son meros medios conducentes. Las que son salvadas por la enseñanza perfecta del Sutra del loto pertenecen a un bajo nivel en su práctica, porque esta enseñanza representa la verdad».
El Comentario sobre «Gran concentración e introspección» lo explica de este modo: «Este pasaje referido a las enseñanzas predicadas antes que el Sutra del loto aclara el valor relativo de las enseñanzas provisionales y verdaderas, porque indica que cuanto más verdadera es la enseñanza, más bajo es el nivel [de aquellos a quienes puede guiar a la iluminación]. A la inversa, cuanto más provisional es una enseñanza, más alto debe ser el nivel [de aquellos que la abrazan para lograr la iluminación]». Y en el volumen nueve del Comentario sobre «Palabras y frases del “Sutra del loto”» leemos: «A la hora de establecer el nivel de práctica de una persona, cuanto más profundo sea el objeto de meditación, más bajo será el nivel del practicante [que puede lograr la iluminación mediante dicho objeto]».
Nada diré aquí sobre los seguidores de las otras escuelas, pero ¿por qué descartarían los estudiosos de la escuela Tendai esta interpretación, según la cual «cuanto más verdadera es la enseñanza, más bajo es el nivel», para en cambio aceptar los escritos del supervisor sacerdotal Eshin? Las enseñanzas de Shan-wu-wei, Chin-kang-chih y Pu-k’ung, y las de Jikaku y Chisho pueden esperar hasta después. Esta es una cuestión de extrema importancia, la más importante en todo el territorio de Jambudvipa. Las personas sensatas deberían escuchar lo que digo. Si después quieren rechazarme, que lo hagan.
Pregunta: ¿Qué tipo de práctica deben evitar los practicantes del Último Día de la Ley, que acaban de hacer surgir la aspiración a la Budeidad?
Respuesta: Tales personas no deben dedicarse a la donación de ofrendas, la observancia de los preceptos y las demás prácticas que constituyen los cinco paramitas. En cambio, deberán entonar Nam-myoho-renge-kyo exclusivamente. Esta práctica corresponde a la capacidad de las personas en los niveles «en que se genera aunque sea un solo instante de creencia y de comprensión» y «de los que se regocijan al escuchar el Sutra del loto». Representa la verdadera intención del Sutra del loto.
Pregunta: Nunca antes había escuchado una aseveración semejante; me deja estupefacto y me invita a dudar de lo que oyen mis oídos. Le ruego tenga a bien citar, e incluso explicarme, algunos pasajes de las escrituras que sirvan de prueba.
Respuesta: El sutra afirma: «[Tales personas] no necesitan erigir torres y templos en mi nombre o construir albergues sacerdotales, ni hacer a la comunidad de monjes las cuatro clases de ofrendas».14 Esta frase del sutra deja debidamente claro que los practicantes que acaban de hacer surgir la aspiración a la iluminación deben abstenerse de hacer ofrendas, observar los preceptos y realizar las demás prácticas que constituyen los cinco paramitas.
Pregunta: La cita mencionada sólo nos ordena abstenernos de erigir templos o torres, o de dar recursos materiales a la comunidad de monjes. Nada dice sobre mantener los diversos preceptos o realizar otras prácticas.
Respuesta: El pasaje menciona sólo el primero de los cinco paramitas, el de la ofrenda, y omite enunciar los otros cuatro.
Pregunta: ¿Cómo podemos saberlo?
Respuesta: Porque, en una cita siguiente, al describir el cuarto nivel de 827la práctica, sigue afirmando: «¡Cuánto más cierto será en el caso de los que puedan abrazar este sutra y, al mismo tiempo, dar ofrendas, mantener los preceptos…!». El pasaje del sutra indica con claridad que las personas en los niveles primero, segundo y tercero de la práctica no deben llevar a cabo la donación de ofrendas, la observancia de los preceptos ni las otras tres prácticas que constituyen los cinco paramitas. Sólo se les permite llevarlos a cabo una vez que alcanzan el cuarto nivel de la práctica.15 Y como tales prácticas sólo están permitidas en este nivel avanzado, sabemos que les están vedadas a las personas de los niveles iniciales.
Pregunta: Los pasajes del sutra que acaba de citar parecen fundamentar su argumentación. Pero ¿puede agregar algunos otros de los tratados o comentarios?
Respuesta: ¿Qué comentarios quiere usted que cite? ¿Se refiere a los tratados de las cuatro clases de sabios de la India, o a obras escritas por maestros budistas de la China y del Japón? En cualquiera de ambos casos, sería como rechazar la raíz y buscar entre las ramas, como querer hallar la sombra lejos del cuerpo, o como olvidar la fuente y sólo valorar la corriente. Usted parece estar dispuesto a ignorar una frase de sutra harto clara y, en cambio, buscar la respuesta en los tratados o comentarios. Pero si encontrara algún comentario posterior que contradijese el texto original del sutra, ¿rechazaría este último en favor del primero?
Así y todo, complaceré sus deseos y citaré algunos textos. En el volumen nueve de Palabras y frases del «Sutra del loto» leemos: «Existe el peligro de que un principiante vaya en pos de inquietudes secundarias y que esto interfiera con su práctica principal. El principiante deberá centrar toda su atención, directamente, en abrazar este sutra; esta es la clase más elevada de ofrenda. Si uno hace a un lado las prácticas formales y mantiene el principio, los beneficios serán muchos y de largo alcance».
En este comentario, «inquietudes secundarias» se refiere a los cinco paramitas. Si el principiante tratara de practicar los cinco paramitas al mismo tiempo que abraza el Sutra del loto, ello podría convertirse en un obstáculo para su práctica principal, que es la fe. La persona así sería como un bote atiborrado de tesoros y de riquezas que se hace a la mar. Tanto el barco como los tesoros se hundirán. Y las palabras «deberá centrar toda su atención, directamente, en abrazar este sutra» no se refieren a la totalidad del sutra. Significan que uno debe abrazar el daimoku o título del sutra con exclusividad, y no mezclarlo con otros pasajes. Ni siquiera está permitida la recitación del sutra completo. ¡Cuánto menos, la práctica de los cinco paramitas!
«Hacer a un lado las prácticas formales y mantener el principio» significa que uno debe desechar la observancia de los preceptos y las demás prácticas de naturaleza formal [de los cinco paramitas] y, en cambio, adoptar con exclusividad la recitación del daimoku. Cuando el comentario afirma que «los beneficios serán muchos y de largo alcance», implica que si el practicante trata de mantener al mismo tiempo el daimoku y otras prácticas diversas, todo el beneficio se perderá por completo.
En Palabras y frases del «Sutra del loto» se prosigue explicando: «Pregunta: Si lo que dice es cierto, mantener el Sutra del loto es el precepto supremo. ¿Por qué, entonces, [al describir el cuarto nivel de la práctica] el Sutra del loto menciona a “aquel que pueda mantener los preceptos”? Respuesta: Esto tiene el fin de esclarecer, por contraste, lo que debe hacerse en los niveles iniciales. No hay que criticar a las personas que están en los niveles inferiores por el hecho de no 828observar requisitos correspondientes sólo a los niveles más avanzados».16
Los estudiosos de hoy, que ignoran este comentario, pondrían a las personas ignorantes de esta última época en la misma categoría que a los dos venerables Nan-yüeh y T’ien-t’ai. ¡Qué error flagrante!
Miao-lo esclarece más aún esta cuestión: «Pregunta: En tal caso, ¿no hay necesidad de erigir torres reales para atesorar las reliquias del Buda y no hay necesidad de observar formalmente los preceptos? Y además, ¿no hay necesidad de dar ofrendas a los monjes que llevan a cabo las prácticas formales [de los cinco paramitas]?».17
El gran maestro Dengyo declaró: «¡He descartado de lleno los doscientos cincuenta preceptos!».18 Y el gran maestro Dengyo no fue el único que lo hizo. Nyoho y Dochu,19 discípulos de Ganjin, actuaron del mismo modo, como así también los sacerdotes de los siete templos principales de Nara. Por su parte, el gran maestro Dengyo dejó esta advertencia a las generaciones futuras: «Si, en el Último Día de la Ley, hubiese personas que observaran los preceptos, sería tan raro y extraordinario como un tigre en la ciudad. ¿Quién podría creerlo?».20
Pregunta: ¿Por qué no prescribe la meditación sobre los tres mil aspectos contenidos en cada instante vital y se limita a indicar la entonación del daimoku?
Respuesta: Los dos ideogramas que forman el nombre del Japón contienen en sí mismos a todos los habitantes y animales, y a todas las riquezas de las sesenta y seis provincias del país, sin una sola omisión. Y los dos ideogramas con que se escribe el nombre de la India ¿no contienen, asimismo, los setenta países que integran dicho Estado?21 Miao-lo dice: «Cuando, por razones de brevedad, se menciona sólo el daimoku o título, implícitamente en él queda incluido todo el sutra».22 También sostiene: «Cuando, por razones de brevedad, se mencionan los diez estados o los diez factores, en ellos quedan perfectamente incluidos los tres mil aspectos».23
Cuando el bodhisattva Manjushri y el honorable Ananda compilaron todas las palabras pronunciadas por el Buda en las tres asambleas durante los ocho años [en los cuales se predicó el Sutra del loto], escribieron el título Myoho-renge-kyo y, para mostrar su comprensión [de que todo el sutra estaba contenido en esos cinco ideogramas], agregaron las palabras «Esto es lo que escuché».24
Pregunta: Si una persona sólo entona Nam-myoho-renge-kyo sin entender su significado, ¿quedan incluidos en esta práctica los beneficios de la comprensión?
Respuesta: Cuando un bebé se amamanta, no comprende el sabor de la leche, y sin embargo, su cuerpo se nutre en forma natural. ¿Alguien que haya tomado los medicamentos prodigiosos de Jivaka supo jamás de qué se hallaban compuestos? El agua no piensa, y sin embargo apaga el fuego. El fuego consume las cosas, ¿pero alguien diría que lo hace de manera consciente? Esta es la explicación que han dado tanto Nagarjuna como T’ien-t’ai, y a ella me remito reiterándola.
Pregunta: ¿Por qué dice que todas las enseñanzas quedan contenidas dentro del daimoku?
Respuesta: Chang-an afirma: «Así pues, [la explicación de T’ien-t’ai sobre el título contenida en] el prefacio transmite el profundo significado del sutra. El profundo significado indica el corazón del texto, y el corazón del texto abarca la totalidad de las enseñanzas teórica y esencial».25 Y Miao-lo escribe: «Basado en el corazón del texto del Sutra del loto, uno puede evaluar todas las otras enseñanzas diversas del Buda».26
Aunque el agua fangosa no tiene capacidad mental, puede captar el reflejo de 829la luna y, de esa forma, se vuelve límpida. Cuando las plantas y los árboles reciben la humedad de la lluvia, difícilmente sepan lo que están haciendo, y sin embargo ¿no responden dando flores? Los cinco ideogramas de Myoho-renge-kyo no representan el texto del sutra, ni son su significado. Son nada menos que el propósito del sutra entero. Así que, aunque los principiantes en la práctica budista no entiendan su significado, al recitar sus cinco caracteres concordarán, naturalmente, con la intención del sutra.
Pregunta: Cuando sus discípulos, sin comprensión alguna, recitan con la boca las palabras Nam-myoho-renge-kyo, ¿a qué nivel de práctica llegan?
Respuesta: No sólo superan el nivel máximo de los cuatro sabores y las tres enseñanzas, sino también el nivel adquirido por los practicantes de la enseñanza perfecta establecida en los sutras anteriores al Sutra del loto, e incluso superan cien, mil, diez mil, un millón de veces a los fundadores de Palabra Verdadera y de otras escuelas budistas, como Shan-wu-wei, Chih-yen, Tz’u-en, Chi-tsang, Tao-hsüan, Bodhidharma y Shan-tao.
Por lo tanto, exhorto a los habitantes de este país: ¡no desprecien a mis discípulos! Si indagan en su pasado, verán que ellos son grandes bodhisattvas, que han dado ofrendas a budas durante ochocientos mil millones de kalpas, y que han mantenido su práctica bajo la guía de budas numerosos como los granos de arena de los ríos Ganges o Hiranyavati. Y si hablamos de su futuro, ellos poseerán el beneficio de la quincuagésima persona, mayor aun al de aquel que hizo ofrendas a innumerables seres vivos durante ochenta años.27 Son como un emperador infante arropado en pañales, o como un gigantesco dragón recién nacido. ¡No los desprecien! ¡No los traten con desdén!
Miao-lo escribe: «A los que molesten y acosen [a los practicantes del Sutra del loto] la cabeza se les partirá en siete pedazos, pero aquellos que les den ofrendas gozarán de una buena fortuna superior a los diez títulos honoríficos».28 El rey Udayana se condujo de manera insolente con el venerable Pindolabharadvaja y, a los siete años, perdió la vida.29 El señor de Sagami condenó a Nichiren al exilio y, a los cien días, en su territorio estalló una rebelión armada.30
El sutra afirma: «Si alguien ve a una persona que acepta y practica este sutra, y trata de exponer los defectos o males de esa persona, ya sea que tales cosas sean ciertas o falsas, igualmente en esta existencia [quien las diga] se verá afectado de lepra blanca [...] y de otras enfermedades graves y malignas».31 También dice: «Esa persona nacerá sin ojos, en existencia tras existencia».
Myoshin y Enchi32 enfermaron de lepra blanca en esa existencia, mientras que Doamidabutsu perdió la vista. Las epidemias que afligen a nuestra nación son retribuciones negativas, de la misma índole que la «cabeza partida en siete pedazos». Y si inferimos el grado de beneficios de acuerdo con el grado de retribución negativa, no puede haber duda de que mis seguidores gozarán de «una buena fortuna superior a los diez títulos honoríficos».
Las enseñanzas budistas fueron introducidas en el Japón por primera vez durante el reinado del trigésimo soberano, el emperador Kimmei. A partir de ese momento, durante veinte reinados consecutivos equivalentes a más de doscientos años, hasta el del emperador Kammu, aunque en el Japón existieron las llamadas seis escuelas budistas, no se llegó a establecer la superioridad relativa de las enseñanzas budistas entre sí. Luego, durante la era Enryaku (782-806), en este país apareció un venerable conocido como el gran maestro Dengyo. Él estudió las enseñanzas de las seis escuelas que ya habían sido 830propagadas, y todos los sacerdotes de los siete templos principales de Nara se convirtieron en sus discípulos. Con el tiempo, fundó un templo en el monte Hiei que funcionó como templo principal, y los demás establecimientos religiosos de la nación actuaron como subsidiarios. De esta forma, en el Japón las enseñanzas budistas se unificaron en una sola escuela. En forma análoga, el gobierno secular se definió claramente, sin dividirse, de modo que el país quedó a salvo del mal. Si tuviésemos que hablar de los logros de Dengyo, deberíamos decir que todos ellos provienen del pasaje [que dice que el Sutra del loto ocupa el primer lugar] entre todos los sutras que «[yo, Shakyamuni] he predicado, predico y predicaré».33
En el período siguiente, los tres grandes maestros Kobo, Jikaku y Chisho —basados, según dijeron, en la autoridad china— opinaron que el Sutra Mahavairochana y las otras enseñanzas que constituyen los tres sutras principales de la escuela Palabra Verdadera eran superiores al Sutra del loto. Además, impusieron la palabra «escuela» a las enseñanzas de Palabra Verdadera, siendo que el gran maestro Dengyo expresamente había evitado llamar así a dichas doctrinas budistas; de este modo, reconocieron a Palabra Verdadera como octava escuela34 del budismo. Cada uno de estos tres hombres persuadió al Emperador de emitir un edicto en favor de esta escuela y propagó sus enseñanzas en todo el país; y cada templo, en consecuencia, contravino los principios del Sutra del loto. De este modo, violaron flagrantemente el pasaje referido a los sutras que el Buda «ha predicado, predica y predicará», y se convirtieron en archienemigos de Shakyamuni, Muchos Tesoros y los budas de las diez direcciones.
A partir de ese momento, el budismo comenzó a declinar en forma gradual, y la autoridad del gobernante se debilitó cada vez más. También perdieron su poder las deidades protectoras que habían morado aquí durante largo tiempo, como la Diosa del Sol y el gran bodhisattva Hachiman. Brahma, Shakra y los cuatro reyes celestiales abandonaron el país, que hoy se encuentra al borde de la ruina. ¿Qué persona sensata podría no afligirse o no deplorar semejante situación?
Para concluir, las falsas doctrinas propagadas por los tres grandes maestros son diseminadas desde tres templos: el To-ji, el Soji-in en el monte Hiei, y el Onjo-ji.35 Si no se toman medidas para prohibir las actividades de estos templos, la nación será destruida sin falta, y el pueblo caerá en los malos caminos. Aunque he esclarecido de manera general la naturaleza de la situación y he informado al gobierno, nadie ha tenido a bien aprovechar mis consejos, ni aun en lo más mínimo. ¡Qué hecho tan profundamente lamentable!
Notas
1. Las monedas pato azul eran de cobre y se importaban de la China en tiempos de la dinastía Sung; tenían un orificio cuadrado en el centro, que les daba el aspecto de un ojo de pato.
2. La «preparación» y la «revelación» son las dos primeras de las tres divisiones de un sutra, en tanto que la «transmisión» es la tercera. En el párrafo siguiente, la «transmisión» se aplica tanto a la enseñanza teórica como a la enseñanza esencial del Sutra del loto. Desde el punto de vista de la enseñanza teórica, corresponde a los capítulos que van desde «Maestro de la Ley» (décimo) hasta «Prácticas pacíficas» (decimocuarto). Desde el punto de vista de la enseñanza esencial, abarca desde la última parte del capítulo «Distinciones de beneficios» (decimoséptimo) hasta el final del sutra, incluido también el Sutra Sabio Universal.
3. De acuerdo con el sistema de clasificación de T’ien-t’ai, estos dos sutras representan lo último que expuso el buda Shakyamuni. Al 832Sutra Sabio Universal se lo considera un epílogo del Sutra del loto, y al Sutra del nirvana, una reafirmación de sus importantes enseñanzas. Así pues, en sentido amplio, puede decirse que ambos textos constituyen la «transmisión» dentro de todo el conjunto de enseñanzas.
4. Otro de los nombres con que se conocía al gran maestro Miao-lo. Ching-hsi fue su pueblo natal.
5. Comentario sobre «Palabras y frases del ”Sutra del loto”».
6. De los seis niveles de la práctica, el cuarto es el nivel de la semejanza con la iluminación; los diez niveles de la fe indican los primeros diez de los cincuenta y dos niveles de la práctica del bodhisattva. Según la tradición establecida por los comentarios, se utilizaba la figura de los reyes que hacían girar la rueda para representar las divisiones de los cincuenta y dos niveles de la práctica del bodhisattva. El rey de nivel inferior, que hace girar la rueda de hierro, representa los niveles iniciales, que son los diez niveles de la fe.
7. Sutra del loto, cap. 17.
8. Referencia a la parábola del médico excelente, cuyos hijos ingieren veneno durante su ausencia. Algunos sufren sólo efectos leves y conservan el sano juicio, mientras que otros pierden la razón. El médico (que representa al Buda) les ofrece curarlos mediante un buen remedio (el Sutra del loto), pero sólo aceptan tomarlo aquellos que todavía conservaban el uso de sus facultades racionales. Estos logran curarse. Como medio hábil para salvar a los demás, el médico se marcha de su hogar y les hace saber, por un mensajero, que ha muerto en otro país. Consternados, los hijos que habían perdido el sano juicio deciden tomar el remedio que aquel les había dejado y así recobran la salud. El Daishonin dice, aquí, que ambas clases de hijos representan personas en el nivel en que se escucha el nombre y las palabras de la verdad, porque ambos han escuchado el Sutra del loto.
9. En el texto en japonés, el Daishonin da sólo unos pocos ideogramas de cada pasaje; en la traducción se han incluido las frases completas. El río Hiranyavati fluye a través de Kushinagara, capital del antiguo estado de Malla, en la India septentrional. Se dice que Shakyamuni entró en el nirvana en un bosque de árboles sal, sobre la margen occidental de dicho río.
10. Esta frase, en realidad, aparece en Palabras y frases del «Sutra del loto», donde T’ien-t’ai comenta una cita del capítulo «Distinción de beneficios» del Sutra del loto que señala: «Si alguien, al oír hablar de la larga duración de la vida del Buda, puede entender la trascendencia de tales palabras, los beneficios que obtendrá esa persona no tendrán límite ni medida, y harán surgir en él la sabiduría insuperable de El Que Así Llega».
11. Esto corresponde a la segunda de las tres interpretaciones de los niveles iniciales de la práctica, antes citados, que equipara los cinco niveles de la práctica —incluido el de los que se regocijan al escuchar el Sutra del loto— con el nivel de la percepción y la acción.
12. Comentario sobre «Gran concentración e introspección». En Gran concentración e introspección, la frase consta de seis ideogramas chinos.
13. Profundo significado del «Sutra del loto».
14. Sutra del loto, cap. 17. Esta cita pertenece al pasaje que describe el segundo de los cinco niveles de la práctica, el de los que leen y recitan el Sutra del loto. Las cuatro clases de ofrendas corresponden a ofrecer comida y bebida, vestimenta, alojamiento y medicinas.
15. El cuarto nivel de la práctica es aquel en que se abraza el sutra y se practican los seis paramitas.
16. En la traducción ha sido ampliado el texto original japonés para darle mayor claridad.
17. Comentario sobre «Palabras y frases del “Sutra del loto”». Esto da a entender que, para aquellos que se encuentran en los niveles iniciales, tales actos quedan incluidos en la fe.
18. Biografía del Gran Maestro del monte Hiei. Dengyo rechazó los doscientos cincuenta preceptos del Hinayana, mientras que abrazó los preceptos del Mahayana para bodhisattvas.
19. Nyoho (en chino: Ju-fa, m. 814), sacerdote de la escuela Preceptos que acompañó a su maestro Ganjin (Chien-chen) al Japón, donde confirió los preceptos al emperador Kammu. Dochu (s. f.) fue un sacerdote de la escuela japonesa Preceptos, bajo cuya tutela ingresó al sacerdocio Encho, segundo prior del templo Enryaku-ji. Cuando el Daishonin dice que Ganjin y sus discípulos descartaron los doscientos cincuenta preceptos del Hinayana, es probable que se refiera a que Ganjin fue el primero en llevar al Japón los escritos de T’ien-t’ai, en los cuales Dengyo habría de basar su comprensión de los preceptos del Mahayana.
20. Tratado sobre la lámpara para el Último Día de la Ley. Obra tradicionalmente atribuida a Dengyo.
21. La expresión «setenta países de la India» se refiere a la totalidad de ese país. Esta 833figura retórica remite a la obra Crónica de las regiones occidentales, de Hsüan-tsang.
22. Comentario sobre «Palabras y frases del “Sutra del loto”».
23. Comentario sobre «Profundo significado del “Sutra del loto”».
24.«Esto es lo que escuché» es la frase con que comienzan tanto el Sutra del loto como, prácticamente, todos los sutras.
25. Profundo significado del «Sutra del loto». El pasaje aparece en el prefacio escrito por Chang-an para la citada obra, y alude al que T’ien-t’ai escribió para su propio texto.
26. Comentario sobre «Profundo significado del “Sutra del loto”».
27. Sutra del loto, cap. 18.
28. Comentario sobre «Palabras y frases del “Sutra del loto”». «La cabeza se les partirá en siete pedazos» se refiere al juramento hecho por las diez demonios en el capítulo vigésimo sexto del Sutra del loto, por el cual se comprometen a infligir esta retribución a todo aquel que moleste a un maestro del sutra. Los diez títulos honoríficos son epítetos del Buda que expresan sus virtudes, sabiduría y amor compasivo.
29. La historia aparece en Las cuatro reglas de la disciplina. Udayana fue rey de Kaushambi durante la época de Shakyamuni. Veneraba a un discípulo del Buda llamado Pindolabharadvaja, a quien visitaba a diario. Su celoso ministro persuadió al Rey de que Pindolabharadvaja no era lo bastante respetuoso y lo convenció de que matara al discípulo si este no se ponía de pie para saludarlo. Pero el discípulo, con sus poderes trascendentales, lo supo de antemano y se levantó de su asiento. Con esta actitud, salvó al Rey de cometer la gravísima falta de matar a un discípulo del Buda. Pero a raíz de la mala intención del monarca, este pronto fue capturado por un gobernante enemigo y murió siete años después.
30. La expresión «señor de Sagami» alude al regente Hojo Tokimune. La «rebelión armada» se refiere a un fallido golpe de Estado urdido por su medio hermano mayor, Hojo Tokisuke, en el segundo mes de 1272.
31. Sutra del loto, cap. 28. La cita inmediatamente siguiente también pertenece a este capítulo.
32. Myoshin, sacerdote discípulo del Daishonin, terminó abandonando la fe y oponiéndose a su maestro. Enchi fue un sacerdote del templo Seicho-ji, donde el Daishonin ingresó en el sacerdocio. En el escrito El comportamiento del devoto del «Sutra del loto», se sugiere que tuvo una muerte miserable a causa de sus actos contra el sutra.
33. Sutra del loto, cap. 10.
34. La «octava escuela» se suma a las seis escuelas y a la escuela Tendai.
35. Templos que descienden, respectivamente, de los tres grandes maestros Kobo, Jikaku y Chisho. Véase, también, en el Glosario, «To-ji» y «Onjo-ji». El Soji-in fue fundado por Jikaku en el monte Hiei, en 851, como centro de prácticas esotéricas.